SIN DESCANSO

"A veces no logro dormir... Es terrible no poder pegar el ojo, sabiendo que aquello bajo la cama no se agota y está esperando que el sueño me derrote".

Estaba escribiendo un libro con relatos que presumía de terror, poco a poco me percaté que no solo era un terror sobrenatural, sino que además se basaba en aquellas cosas que surgen de la mente de cualquiera afectado por el insomnio, aquellas que específicamente se escapan de la cordura que se hace dudosa en esos momentos en que no se sabe si es de noche o madrugada y explorando un poco más, me fijé que incluía aquellos reflejos de la pesadilla más recurrente que acompaña el ataque más vil de la parálisis de mi sueño. Esperaba convertirlo en ese libro, pero varias de las personas que por alguna razón se infiltraron en mis archivos me pidieron que las hiciera públicas, y me sonó la idea. Entonces aquí les dejo la línea "INSOMNIO Y OTROS TERRORES EN MI CABEZA".

SIN DESCANSO

Desde la segunda noche que llegué aquí, no he podido descansar. Esa cosa, sea lo que sea, viene a mi lado, se siente fría.

Es horrible no poder moverse, no poder abrir los ojos cuando se acerca a mi rostro y comenzar a percibir la nausea que produce la putrefacción que seguramente se despide de su boca. Es un vaho que irrumpe en mi paz.

No sé si es su presencia gélida y angustiante ... no sé si sea mi propio miedo o la realidad que a la que me resisto al encontrarme en esta oscuridad, pero no logro librarme de esta parálisis. No siento mi respiración y he llegado a creer que "eso" se apodera de mi aliento, creo que ha hecho lo mismo con los latidos de mi corazón.

Hoy es el séptimo día desde esa presencia comenzó a visitarme, y ya está aquí, pero algo es diferente. Su frío es más intenso, me cala hasta los huesos ... recorre con descaro mi reducido lugar, la siento sobre mi, oprimiendo mi pecho, ahora si creo cierto que no respiro y no hacerlo me está causando un terrible dolor en los pulmones. Las tinieblas no me ayudan, eso vive en ellas, son su fuerza y yo estoy aquí siendo su presa. Ahora se detiene justo a mi costado derecho y de repente siento un tajazo como de acero afilado en mi pierna, inmediatamente lo que adiviné eran uñas, garras por su filo, se incrustaron en mi piel y músculo, comenzaron a desgarrar todo tejido hacia arriba, se paseó por mi muslo y continuó hasta la altura de las costillas. ¡INSOPORTABLE! Tanto como la impotencia de no poder gritar, ya que mis labios se sienten fuertemente apretados, como si estuviesen bajo la presión de grapas de metal.

Por unos segundos no la siento moverse, pero sé que está allí, ya conozco la pesadez de su presencia. Un siseo hace eco en el lugar, y se va haciendo cada vez más intenso hasta anidarse directamente en mi oído.

- Es la novena noche ... desde el accidente. - 

¡Esa cosa tiene voz! Y retumbó como millones de clavos caer al suelo, y ese ruido, destrozó mi mente, mostrándome pedazos del momento en que el alud de tierra me tomó por sorpresa y me arrastró hasta el fondo de un barranco, dejándome sepultada.

- Es tiempo de marcharnos, tu castigo te espera. - Sentí un sutil sadismo en su expresión y prosiguió. - Te resistas o no, acéptalo, desde hace días estás muerto -.

Y nuevamente la sentí sobre mi pecho, pero ahora no era presión lo que sentía, sino la horripilante sensación de mi alma siendo arrancada del cuerpo, y lo que mi boca no pudo hacer, ella sí... Gritó.